jueves, 11 de agosto de 2011

LA EXPLANADA DE LAS MEZQUITAS

Cumplid con la oración;
porque la oración preserva de la obscenidad y de lo ilícito;
y el recuerdo de Dios es mejor que cualquier cosa,
porque Dios sabe lo que hacéis

(Corán, Sura 29, Versículo 45)


Evidentemente, no podíamos pasar por alto, en nuestra visita a Tierra Santa, el hacer un alto en el camino, desde la fe, para visitar el entorno de la famosa explanada de las mezquitas, una superficie de 15 hectáreas, situada sobre la cima del Monte del Templo (también llamado Monte Moria), en la Ciudad Vieja de Jerusalén, y que según la tradición judía (aunque ahora sea un recinto islámico) es el lugar en el que Abrahán estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac, y sobre cuya piedra, la del altar de Abrahám, David puso el Arca de la Alianza para construir el primer Templo de Jerusalén, que más tarde concluyó Salomón, cuya descripción sólo conocemos por la Biblia ya que fue destruido en el año 587 AC por Nabuconodosor II. Posteriormente, tras el regreso de los judíos deportados en Babilonia, fue reconstruido por segunda vez, gracias al interés que pusieron en ello los profetas Ageo y Esdrás, hasta que éste fue, nuevamente destruido, y hasta nuestros días, en el año 70 DC por los romanos, del que sólo sobrevivió el Muro occidental, hoy Muro de las Lamentaciones.

Actualmente, en dicha explanada se encuentran las Mezquitas de Al-Aqsa y de la Roca, muy importantes para el islám, aunque contrariamente a lo que se suele creer, este espacio no es exclusivamente musulmán, es decir, cualquiera puede acceder a la explanada de las mezquitas, lo que sucede es que los judíos ortodoxos no lo hacen porque al ser el espacio antiguo del Sancta Sanctorum de su Templo, al que sólo podía acceder el sumo sacerdote, no lo hacen por respeto (y por no violentar a los musulmanes, añado yo), mientras que turistas y cristianos pueden acceder observando un rígido control de vestimenta y conducta…


La Mezquita de Al-Aqsa es la mezquita, lugar de oración, principal de Jerusalén, puede albergar la friolera cifra de cinco mil personas en su interior. Está atestiguado que su construcción se hizo sobre las antiguas cimentaciones y muros del Templo de Salomón, en el año 710, por parte de la Dinastía de los Omeya. Durante el tiempo de las cruzadas fue palacio cristiano, llamado Templo de Salomón. Los judíos ortodoxos la reclaman para la construcción de su tercer templo, y ha sufrido atentados integristas judíos en numerosas ocasiones… en los tiempos más “calientes” de las relaciones entre judios y musulmanes ha habido auténticas represiones en el lugar por parte del ejército israelí, de hecho, los integristas islámicos llamados Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa toman este nombre de los fallecidos en la última intifada, provocada por la provocación de la visita de Ariel Sharon, primer ministro israelí, al lugar en el año 2.000


La llamada Mezquita de la Roca, o de la Cúpula Dorada, fue construida con anterioridad a la de Al-Aqsa, concretamente por el sultán Abd-al-Malik, entre los años 687 y 691, y no es una mezquita de oración, propiamente dicha, es una mezquita de devoción, algo así como lo sería una ermita, comparada con una iglesia, en la que se venera la roca desde la que, según la tradición, Mahoma ascendió al cielo acompañado por el arcángel Gabriel al concluir su vida terrena, es por ello el tercer lugar más sagrado del Islám.



Destaca la cúpula dorada, apreciable desde cualquier punto de vista de Jerusalén, que se hizo de esta manera para hacer patente la presencia de Alá en la ciudad. Destaca de la misma manera lo profuso de la decoración de sus azulejos azules.


En el exterior de la explanada, que puede llenarse de fieles islámicos en fechas concretas, destaca la presencia de algunos mihrab al aire libre que marcan a los fieles la dirección de la Meca, para poder orar convenientemente en el exterior. Y de la misma manera hay gran cantidad de púlpitos al aire libre para la predicación a los fieles que se quedan en el exterior.


Destaca una pequeña edificación al lado de la Mezquita de la Roca, que es un lugar para abluciones, los lavados rituales de los musulmanes antes de orar, aunque este lugar, antes, habia sido durante la ocupacion de los cruzados, el baptisterio de la iglesia cristiana, derruida evidentemente tras la conquista definitiva de Jerusalén por parte de los musulmanes.


En el entorno, alrededor de toda la explanada, por los cuatro puntos cardinales, destacan los arcos del peso, llamados así porque, al pasar por debajo de ellos, simbólicamente el alma del creyente se desnuda ante Dios, ante Alá –concretamente- que pone en una balanza sus pecados y los pesa, por eso hay que estar bien seguros de ser digno de acceder al entorno antes de pasar por debajo de los arcos, ya que a Dios no se le puede engañar.

Y finalmente, una curiosidad, en el entorno de la explanada abundan unos pajarracos, de los que no me voy a entretener en buscar cómo se llaman, que parecen una especie de cruce entre cuervos y buitres, que graznan y campan a sus anchas por todo el lugar y que, por cierto, sólo he visto, misteriosamente, en los entornos islámicos, es decir, además de en la explanada de las mezquitas, también los vi en los Jardines Ba’hai y en los cementerios musulmanes.