lunes, 8 de agosto de 2011

CURIOSIDADES DIVERSAS...

Creo que si en el nacimiento de un niño
una madre pudiese pedir algo a su hada madrina,
esto sería el don de la curiosidad

(Eleanor Roosvelt)

En el capítulo de fotos, clasificando las que he hecho a lo largo del viaje, he llamado a una de las carpetas “curiosidades” bien porque no sabía muy bien donde ubicarlas, o bien porque fueron hechas precisamente por esa razón, para dejar constancia de alguna curiosidad.

Así, nada más el primer día de la peregrinación, descontando el que se nos fue viajando, visitando la Basílica de la Dormición de la Virgen, en el nivel inferior, donde se encuentra el catafalco con la imagen yacente de María dormida, curioseando por las capillas laterales encontré una en la que, tras una reja, había una pequeñisima imagenm muy antigua por su aspecto, y de estilo germánico o gótico tardío, por el estilo del velo de la toca de la Virgen, de la Virgen de las Angustias… ¡Cómo no me iba a llamar la atención si la Virgen de las Angustias es la patrona de Granada! La verdad es que de todas las advocaciones marianas que había en las demás capillas laterales, es la que menos me podia imaginar, de ahí la foto, probado queda…

Esta que sigue me hizo gracia porque en cuanto la vi me dije ¡Anda, mira, el logotipo de la Junta de Andalucía, pero en judío! Claro que para que le pilléis la gracia, quizás deberíais ver el logotipo original de los membretes de la Junta de Andalucía.



Como ya he comentado en alguna ocasión, sobre los palestinos de tierra santa hay mucho desconocimiento, pues aunque la mayoria son musulmanes, hay un porcentaje de palestinos cristianos, por eso nos choca ver una esquela como la que sigue, y que fotografié en una farola en las cercanías de la Iglesia ortodoxa de la Fuente de la Virgen:

Se trata de una esquela funeraria, de una chica palestina cristiana, escrita en árabe, aunque denota que es cristiana el estilo de la esquela, y la cruz que la encabeza. Otra curiosidad, os diré que esto puede parecer extraño, lo de poner esquelas funerarias en la calle, aunque esta costumbre se mantiene en España en algunos pueblos, y no me refiero a las puertas de la Iglesia, para que la gente se entere de un fallecimiento, sino a la propia calle, costumbre que yo, por ejemplo, no conocía hasta que viví en Linares (Jaén), donde aún se siguen poniendo, por ejemplo, en la calle de las ocho puertas, por ser la más concurrida ya que es donde se aglutina el comercio y las entidades bancarias.


El día que visitamos Jericó comimos en un centro comercial, porque no daba tiempo a regresar al hotel, que uno puede imaginarse como es un centro comercial en estas tierras, pero nada más lejos de la realidad… ¡Yo le puse en broma de nombre El Corte Inglés de Jericó! y es que no le faltaba detalle:


Dos plantas, con el restaurante en la segunda de ellas, tres grandes  tiendas en la planta inferior, con un hall amplísimo, que hasta tiene sus carros de compra y todo, con cafetería en la planta inferior…


Destacamos la tienda especializada en plata, y la tienda de productos cosméticos con base en los lodos del Mar Muerto (que, por cierto, la lista de precios de los cosméticos y sus aplicaciones fueron una de las cosas que nos dieron en el restaurante, entre plato y plato, para hacer boca… digo yo, de las futuras compras).


Por cierto, para más recochineo, otra confesión, el centro comercial y la propia Jericó, que como ya os comenté al hablar de esa zona, se encuentra muy cerca del llamado Monte de las Tentaciones, llamado así porque es donde el Señor fue tentado por el demonio: “Si eres el hijo de Dios, haz que estas piedras se conviertan en pan!” y, lógicamente, el centro comercial se llama “Tentaciones”…

Otra cosa que nos llamó la atención a todos, paseando por Jerusalén, fue la total ausencia de perros en las calles, no nos referimos a perros callejeros, sino a perros paseados por sus respectivos amos, lo que ha sucedido en casi todos los pueblos y aldeas que hemos visitado. Para el islám parece que sí hay una razón, ya que aunque no hay una cita explícita de ello en El Corán, si que las hay luego en la jurisprudencia y en los sabios musulmanes posteriores, así destaca por ejemplo: “Todo aquel que tenga un perro, excepto de caza o pastoreo, verá reducida su ganancia en el cielo a razón de qiraat por día” (Muslim, 2948). Sin embargo, desde el punto de vista judío no hay una gran oposición al perro, es decir, que no hay ninguna prohibición al respecto, solamente los muy ortodoxos atacan al perro al considerarlo un ejemplo más de la decandencia que embarga a las sociedades actuales (por aquello de los mimos excesivos a los que los sometemos), aunque hay una única raza autóctona israelí, el canaan dog, muy apreciado desde la Guerra de los Seís Días por sus habilidades como rastreador, hasta el punto de que es el único perro oficial en el ejército israelí. Conforme nos alejamos de Jerusalén, tan plagado de judíos ortodoxos, sí que encontré perros, paseando de sus dueños, especialmente este perrillo callejero, muerto de sed, con la lengua fuera, que nos esperaba a la salida de la Iglesia de la Fuente de la Virgen.

Por el lado contrario, Jerusalén y toda tierra santa es la tierra de los gatos. Callejeros los había por todas partes, aunque esto se explica por la suciedad de las calles de Jerusalén, especialmente de la Jerusalén intramuros, había gatos por todos lados. De esta manera he hecho fotos de gatos jerosolimitanos, de gatos nazaritas, de gatos belemnitas, de gatos de Betania, de Jericó, de Cafarnaún, etc, etc… de todas ellas me quedo con dos: Un gato que se sentó, tan ricamente, en la sede de la capilla del nivel inferior de la Iglesia de Betania, en una de las estancias de la Casa Gruta de Lázaro y sus hermanas, ante la impasible mirada de nuestro guía, que siguió con su explicación sin inmutarse, claro que siendo franciscano, no le iba a hacer feos a una critura del Señor… aunque si no mal recuerdo, al contrario, en las escaleras de la Iglesia del Cenáculo Franciscano, el guía vio un gato y dijo ¡Ya está aquí éste, el que lo quiera que se lo lleve a España!