miércoles, 10 de agosto de 2011

CAMPO DE LOS PASTORES... UN NIÑO OS HA NACIDO

Os anuncio, hermanos, una gran noticia,
hoy, en Belén de Judá,
os ha nacido el Salvador…

(Del pregón de Navidad)



La visita al Campo de los Pastores, en los alrededores de Belén, concretamente en la aldea de Beit-Sajur, el lugar en el que el ángel anunció a los pastores, que dormían al raso, vigilando el ganado, merece una pequeña explicación histórica acerca del momento del nacimiento de Jesucristo.

Jesucristo, atendiendo al pasaje evangélico del anuncio del ángel a los pastores, no nació el 25 de Diciembre, esta fecha era celebrada en el calendario pagano con una fiesta referente, creo –pues escribo de memoria- al nacimiento del Dios Sol, por eso la Iglesia, al cristianizar el calendario, consideró oportuno sustituir una fiesta por otra, para que el sentimiento pagano, nacimiento de un dios falso, fuera sustituido por uno verdadera, nacimiento de Jesucristo, llamado, por otra parte, en el canto del Benedictus, como “sol de justicia que nos visitará desde lo alto” (Lc 1, 78), y es por ello por lo que, de la misma manera, la encarnación se celebra, exactamente, nueve meses antes, el 25 de Marzo… se ve que como Jesucristo era hombre perfecto, no podia ser prematuro –como yo, que soy sietemesino- o retrasarse…  Quiere esto decir, que si atendemos a cuestiones históricas, y no de oportunidad litúrgica, la tesis más extendida es que el Señor naciera en torno a Marzo o Abril, tiempo de la transhumancia y el pastoreo por aquellas tierras, cuando el tiempo lo permite.

Destaca, de la zona del Campo de los Pastores, que la pequeña iglesia que conmemora el evento tiene forma de tienda de pastores, como si fuera una lona anclada en la tierra, aunque esta es la iglesia principal, al aire libre existen varios espacios celebrativos al aire libre, donde celebramos nosotros, aparte de la gruta de los pastores propiamente dicha, que los franciscanos conservan con especial cariño y esmero, no tanto por ser los Custodios de Tierra Santa, sino por el especial cariño que profesan a todo lo relacionado con el nacimiento del Señor, ya que San Francisco de Asís fue el iniciador de la costumbre de construir pesebres (el antecedente de nuestros belenes domésticos) para conmemorar dicha fecha, ya que era muy devoto del niño Jesús.


De ahí viene, de la misma manera, la belleza del pesebre que tienen los franciscanos, con la imagen del Niño Jesús, en su Basílica de la Natividad, una de las imágenes del Niño Jesús más bonitas que haya visto nunca.

Destaca, en el interior de la iglesia del Campo de los Pastores la escena del propio anuncio del ángel, en la que el autor ha expresado, perfectamente, los distintos estados de gracia del ser humano: El pastor niño puede mirar al ángel directamente, porque su inocencia infantil se lo permite, mientras que el pastor adulto mira de reojo, protegiéndose con la mano, ya que es consciente de su pecado, finalmente, el pastor anciano ya no mira al ángel, porque es consciente de que, al final de su vida, nada tiene por sí mismo delante del Señor, si no es esperar en su misericordia.

Con todo, siguen resonando hoy, con más fuerza si cabe, las palabras de los coros celestiales:



¡Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor!