sábado, 6 de agosto de 2011

LA DORMICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, PRIMICIA DE LA HUMANIDAD

En tu maternidad permaneciste virgen
y en tu descanso no has abandonado el mundo, oh, Madre de Dios.
Has pasado a la vida, tú, madre de la vida,
y con tus plegarias libras nuestras almas de la muerte.

(Himno ortodoxo Apolytikion, de la Festividad de la Asunción de María)


La visita a la Basílica de la Dormición de la Virgen también fue especialmente emotiva para mí, porque es algo que tengo asociado a un texto muy querido para mí, por lo que tiene de curioso y de “misterioso” en el sentido del misterio cristiano, y no me refiero sólo al hecho del dogma de la Asunción de la Virgen María, me explico:

Todos os habréis dado cuenta, porque lo manifesté y porque fue motivo de algún que otro roce en las celebraciones eucarísticas, que soy un enamorado de la Palabra de Dios, si es verdad que el Señor suscita en nosotros dones y carismas, por la efusión del Espíritu Santo en nuestro bautismo y en nuestra confirmación, en mi caso, entonces, el don que se ha suscitado en mí es el del amor, el respeto y la veneración por la Palabra de Dios… esto hace que me encante la arqueología bíblica y escriturística (¡qué os voy a contar del Museo de la Escritura o de las Cuevas de Qumrán!), los textos apócrifos por lo que de tradición tienen, que en nada niegan –algunos de ellos- los evangelios canónicos sino que los complementan (así, por los apócrifos sabemos, por ejemplo, que Santa Ana y San Joaquín son los padres de la Virgen), las lenguas muertas y todas esas cosas…

En el Evangelio apócrifo de San Bartolomé, los apóstoles se encuentran acompañando a la Virgen María que está próxima a morir… ante la inminencia de su fallecimiento los apóstoles le dicen a Pedro que le pregunte a María por el misterio de la Encarnación (como dijo Juan Ramón, nuestro guía franciscano, en la predicación de la eucaristía celebrada en la Casa de la Virgen: “El verdadero misterio cristiano no es que Cristo resucitara, podía hacerlo pues sólo Dios tiene poder para eso y mucho más, el verdadero misterio es que Dios se hiciera hombre por medio del sí de María”) lo que él hace con las siguientes palabras:

“¿Cómo es posible que el que apenas puede ser contenido en el cielo fuera contenido en tu seno?”

Entonces María, poniéndose en pie delante de ellos, alzó sus brazos al cielo y dijo:

“Elfuza olot ke mia tese liso Adonai rerumvavel varvur zarasu edet errose zotea arrenioz anevas esvar marmarige ofros tiriamuch esván… en la tierra del Señor”

(Evangelio apócrifo de San Bartolomé 2, 12-13)

¿Qué significan estas palabras? Significan, simple y llanamente, que ni siquiera María Santísima es capaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, y en lo que se refiere a la oración, como ya dijera el propio San Pablo, el Espíritu Santo acude en nuestra ayuda, en la oración, con gemidos y palabras inefables, cuando no somos capaces de expresar al Señor, con la torpeza de nuestras propias palabras, aquello que necesitamos o queremos de él (Rom 8, 26-27), como los primeros balbuceos de un bebé delante de su madre para pedir agua o pan, que nadie los entiende, pero su madre sí…


Me ha hecho gracia, y lo traigo aquí a colación, el correlato o paralelismo existente en lo que se refiere, aunque sea a nivel devocional y anecdótico, entre Jesús y María. Me explico, no contentos con venerar el Santo Sepulcro, lugar de la resurrección de Jesucristo descubro para mi sorpresa, y no me refiero a la Basílica de la Dormición de la Virgen, de cuya existencia sabía y que rememora dicho acontecimiento, resulta que existe ¡la tumba de la Virgen!, que es una capilla ortodoxa, donde se conserva la losa en la que, pretendidamente, reposó el cuerpo de la Virgen dormida… como todo lo ortodoxo, mejor dicho, lo que depende de ellos en Tierra Santa, es un lugar sucio, oscuro, desordenado y destartalado…

Aunque quizás por aquello de que las flores crecen en medio del estiercol, valga la comparación, en su interior se encuentra uno de los iconos de la Madre de Dios más bonitos, tanto de Tierra Santa, como de los que haya visto antes, y que debe de ser muy querido en Tierra Santa, ya que es uno de los elementos más recurrentes que se ven en las tiendas de recuerdos, ya sea desde el simple póster, hasta el icono de la lámina pegada en madera, pasando por el icono en plata repujada y joyas de los escaparates de las joyerías... y que ha sido una de las cosas que más me ha agradado, aparte de la curiosidad de la propia tumba de la virgen, cosa que me ha sorprendido por completo…